El Centro Veterinario Benican Dolores ha sido una joya para muchos propietarios de mascotas en la localidad de Dolores, Alicante. Ubicado en la Av. de Crevillente, 8, su cercanía y excelente trato lo han convertido en una opción muy popular para quienes buscan atención de calidad para sus animales. No obstante, tras la reciente venta y conversión a la cadena «Mivet», algunos aspectos han cambiado, lo que hace que sea un buen momento para repasar sus pros y contras.
Atención Personalizada y Profesional
Uno de los aspectos más destacados del centro era, sin duda, la atención personalizada que ofrecía. El veterinario Felipe se ha ganado una reputación estelar entre los clientes. Su amor y dedicación hacia los animales se hacían evidentes en cada consulta. Felipe no solo era amable y cariñoso, sino también muy competente, lo que tranquilizaba a los dueños de mascotas sabiendo que sus pequeños estaban en buenas manos. ¿Qué más se puede pedir cuando necesitas consejos para el cuidado de tu mascota?
Trato Cercano y Multilingüe
El centro contaba con un personal muy atento y dispuesto a ayudar en todo lo necesario. Uno de los puntos fuertes era su capacidad para comunicarse en varios idiomas, lo que facilitaba la interacción con clientes extranjeros. Esto, sumado a su política de precios económicos y razonables, hacía que muchos prefirieran esta sucursal a otras más grandes y costosas.
Servicios y Accesibilidad
Aunque el Centro Veterinario Benican Dolores era solo una pequeña sucursal del centro principal en Benijófar, ofrecía servicios esenciales con una atención de primera clase. Sin embargo, la limitación de espacio hacía que, para ciertos procedimientos, fuera necesario trasladarse al Hospital Veterinario Benijófar. Un pequeño inconveniente, pero nada que no se pudiera manejar con un poco de planificación.
Para mayor comodidad, el centro también contaba con aseos bien mantenidos, asegurando que tanto las mascotas como sus dueños estuvieran cómodos durante la espera.
Cambios Recientes y Ajustes de Precios
Recientemente, el centro ha pasado a formar parte de la cadena «Mivet», lo que ha llevado a ciertos cambios en la gestión y, lamentablemente, en los precios. Algunos clientes han notado un aumento significativo en los costos, lo que ha generado cierta insatisfacción. El cierre de la sucursal en Dolores ha obligado a muchos a trasladarse a Benijófar para recibir atención.
A pesar de estos cambios, la calidad de la atención sigue siendo un punto fuerte, y Felipe continúa siendo una figura clave en el centro, brindando el mismo nivel de dedicación y cariño que siempre lo ha caracterizado.
Aunque algunos ajustes en precios y ubicación pueden ser necesarios, la calidad del servicio y el amor por los animales mantienen su atractivo intacto.